viernes, 19 de abril de 2013

Peregrīnus por el mundo

Alma sensible que vaga en la naturaleza sagrada, la sombra de un árbol ara mi piel, es lo único que me consuela, vuelan las hojas despavorida como democracia, libremente en una intensa noche fría de primavera, si cuentos las hojas al inicio de la fotosíntesis una a una, quizás pasa más rápido el tiempo como un hielo en un whisky o “lo que dura un pez en morir en un whisky de ron” dicho por Joaquín sabina, se trata de que “el tiempo lo cure todo sin cicatrizar”, es frustrante la aguja del reloj que traza la meca del destino montañoso que segundo a segundo voy escalando, también es escalofriante que por culpa de un bache caiga por no mirar hacia delante.

Vine para olvidar frontera y reflexionar con la naturaleza, diosa de los mayas y respetada por otras civilizaciones atrás, que hoy en día respetamos que valga la redundancia, para ser mas sincero, en sí vine para olvidarte vieja amada, sin mas rodeo, ya lo sabía, que es peligroso un andante despechado y solo pensando es una tortura, encimas de las hierbas verdes habían  2 búho protestando mi desequilibrios en la vida y grillos impaciente chillando buscando guerra a escondida en  un desconocido manantial, todo mis problemas va en la comarca, tratando de llegar a la conclusión, a la conciliación de mi ego mienta me sentaba en una roca a analizar su forma que es parecida a la mía (imperfecta en todos lados), aveces siento que ya no te quiero.

Al decir verdad, la luna has de ser testigo de mis pasos firme, aveces pienso que mi camino para el éxito es utopía, hoy no me da la gana de escuchar ranas mentirosa que murmuran desde lejos mi desdicha, no quería leer los astro que formaba las estrellas, no quería sonreír a las hojas que se dejaban vence por una gota de agua, hoy no tenia gana de escribir canciones al paisaje, el camino no tiene vereda, la idea era huir para no volver a verte pero los recuerdo me invade en un monte desconocido, tu imagen estaba en todo, incluyendo los pétalos de las orquídea marchitada, tu cuerpo también se reflejaba en todos los lagos, creo que me perseguía, por eso te llame gritando en varias ocasiones mirando al cielo y nunca contestaste.


Es caprichoso el yugo de mi manta que cargo en mi espalda, esta lleno de recuerdo que quiero tirar, lo vengo a dejar en un rincón entre los arboles de palma, mi bastón que pincha la tierra fértiles en todo el trayecto me apoyaba y me conducía hacia la luz sin mirar atrás, por suerte mis lagrimas abrían camino, así fue lo que paso. Ah perdón que no me he presentado, soy junior de león de Jesús “El peregrino triste y perdido”, que trata de entender el amanecer, madurar en el mundo y olvidar de un gran amor que no pudo ser; me parece sutil recordarla en un ambiente salvaje donde no hay transito de melodía, el miedo es perderte definitivamente, al parecer no es suficiente tropezar dos veces con el bache y finalizar el camping sin darme cuenta que agotaba mi paciencia y de "¿volver?, que vuelva el que tenga gana tras largos años, tras un largo viaje, cansancio del camino y la codicia de su tierra, su casa, sus amigos, del amor que al regreso fiel le espere”…. luis Cernuda

Dicho y dedicado por Luis Cernuda.

Escrito por junior de leon de jesus.